Puerto Rico
1-787-908-7511
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La existencia de los cuatro evangelios que dan versiones más o menos convergentes de la vida de Jesús ha sido siempre objeto de cuestionamiento. En los tiempos modernos, se ha planteado el problema histórico, lo mismo que las soluciones propuestas para resolverlo. La teoría llamada de las “dos fuentes” es, desde hace varios decenios, la más seguida por los especialistas de la exégesis bíblica: los redactores de los evangelios de Mateo y Lucas habrían acudido a dos fuentes, el evangelio de Marcos y una fuente llamada “Q”. La hipótesis de la existencia de este documento fue formulada en el siglo XIX y resultó ser fecunda. ¿Pero cómo fue reconstruida y cuál es su contenido teológico? Después de haber iniciado a su lector en la historia de la formación de los evangelios, los autores lo invitan a visitar la cantera de la reconstrucción de Q, lo cual le permitirá medir la seriedad del trabajo realizado por varias generaciones de exégetas. Esencialmente como una colección de palabras y discursos de Jesús, el documento traza un retrato original de Él sin utilizar el título de Cristo y sin relatar la crucifixión ni la resurrección. ¿Qué puede enseñarnos sobre los creyentes que están en su origen, sobre su teología y su eclesiología? Ventana abierta a las tradiciones cristianas más antiguas, la fuente Q contribuye a nuestro conocimiento de los orígenes del cristianismo.
