Puerto Rico
1-787-908-7511
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Esta sociedad, muy a pesar nuestro, se torna cada vez más dura, fría e indiferente ante la consideración de la dignidad del ser humano, en el trato solidario y comprensivo que es una exigencia de su naturaleza social.
Paradójico, pero real, que los afanes van más por el mantenimiento de lo material, que por la realización humana de una auténtica vida comunitaria con miras a obtener positivas y armónicas relaciones interpersonales.
En la vida citadina se ha enrarecido ostensiblemente el ambiente social, de forma preocupante en el ambiente familiar, escolar, deportivo, social y comunitario, lo que origina una convivencia carente de respeto y, por consiguiente, de amor y sensibilidad. Debido a lo anterior, hay valores que se tornan vocablos extraños y vivencias casi exóticas. Dentro de ellos se cuentan el innegable valor de la ternura y la tolerancia, constituidos por gestos, actitudes y buenas maneras dentro del trato interpersonal.
La ternura predispone para la convivencia; abre las puertas de la comprensión y es la manera suave para llegar al contacto o a la relación parental, filial, fraternal, amistosa, entre otras.
